EL CALAM�N COM�N
(Porphyrio porphyrio)  

OTROS NOMBRES:   

Valenciano

Gall de canyar

Catal�n

Polla blava

Vasco

Urollo urdin

Ingl�s

Purple Gallinule
CLASE Aves
ORDEN Gruiformes
FAMILIA Rallidae
Autor: Juan Luis Bort
G.E.R
Calamon Comun

Foto cedida por A.H.S.A

 
 

IDENTIFICACION  

    De 40 a 50 cm de altura y de 90 a 100 cm de envergadura. El color de su parte superior es de un azul purp�reo oscuro, con un azul turquesa en garganta y pecho; sus plumas infracobertoras caudales son de un blanco puro (una de las caracter�sticas notables para su identificaci�n a gran distancia). El pico, macizo y con un escudete frontal, es junto a sus ojos y patas de color rojo vivo. De tama�o mayor y m�s corpulento que la Focha com�n (Fulica atra), se distingue de �sta por sus patas rojas y mucho m�s largas, terminadas con dedos muy largos (utilizados con extraordinaria destreza para sujetar los tallos de carrizo de los que se alimenta principalmente). La voz del calam�n es claramente un grito atrompellado y se puede o�r desde gran distancia, sobre todo al anochecer.  

    Los j�venes tienen en general un plumaje gris�ceo, con el cuello, pecho y vientre de colores m�s claros. Trepan por los carrizales con gran facilidad, pero s�lo son apreciables en invierno cuando el contraste entre su color oscuro y el marr�n claro del carrizo es notable.  

ALIMENTACION  

    Su dieta alimenticia es principalmente vegetal: tallos, hojas, ra�ces, flores y semillas de plantas acu�ticas y semiacu�ticas, como el carrizo y el grano de arroz. En menor proporci�n es omn�voro y se alimenta de huevos de p�jaro, ranas, polluelos de nido y crust�ceos. Su destreza con las patas y su fuerza de pico y nuca, hacen que sea todo un espect�culo observar como se alimenta.  

NIDIFICACION  

    Anida en ca�averales, terrenos pantanosos y orillas h�medas de lagos y r�os con vegetaci�n herb�cea alta. El nido lo realiza en el suelo cerca del agua o en plantas en el agua, a menudo escondido entre plantas altas con corredores. Tiene una estructura voluminosa en forma de taza, con hojas muertas y tallos de plantas acu�ticas, aunque es bastante peque�o para el tama�o del ave; es construido por ambos sexos. Tambi�n construye plataformas adicionales utilizadas por los j�venes para descansar.  

    Generalmente la hembra pone de 2 a 7 huevos, subel�pticos y brillantes, con un color cremoso (a veces te�ido de rojo) y variablemente marcados de manchas pardo rojizas, p�rpuras o grises; con unas medidas de 54,5 x 37,0 mm. La incubaci�n es realizada por ambos sexos, aunque sea principalmente la hembra y durante 22-25 d�as. Los polluelos son nid�fugos y nacen con plum�n largo con puntas finas. Su color es negro con revestimiento blancuzco en espalda y alas, las patas y dedos son rojo rosado.  

    La �poca de cr�a empieza a finales de marzo, con una sola pollada (seg�n bibliograf�a), pero en la desembocadura del r�o Mijares (Castell�n) se ha podido constatar que los all� existentes han sacado dos polladas, una a principios de febrero del 94 con 4 pollos (e incluso este a�o pasado en diciembre con 3 pollos) y la segunda a principios de agosto con 2 pollos. Durante el periodo de cr�a los polluelos son alimentados por ambos padres, siendo los primeros d�as realizado en el nido y posteriormente �stos siguen a los padres para ser alimentados. Cuando tienen aproximadamente un mes, empiezan a alimentarse por s� mismos realizando la extracci�n del carrizo de forma experta.    

HABITAT  

    Originario de las zonas tropicales del Viejo Mundo, en Europa se encuentra el l�mite norte de su �rea de distribuci�n; el m�s septentrional es el delta del Volga. Estas aves sedentarias, que apenas abandonan sus territorios de cr�a, no sobreviven en estas regiones los inviernos duros y por esta raz�n no pueden ampliar su �rea de distribuci�n hacia el norte. El Calam�n habita en carrizales pr�cticamente impenetrables, alrededor de lagunas de agua dulce o salobre. En aguas profundas no se aleja del borde del carrizo, aunque de forma ocasional se ha observado nadando para cruzar entre los carrizos m�s alejados. Su conducto m�s corriente es realizar un peque�o vuelo entre los carrizos relativamente alejados y casi siempre acompa�ado de su grito caracter�stico.  

DISTRIBUCION  

    En marcada regresi�n en la Europa meridional, especialmente en el siglo XX, es divagante hasta el norte de Francia, Chequia, Austria, Alemania occidental, Hungr�a, Yugoslavia, … Antiguamente en Espa�a criaba en el Delta del Ebro (siglo XVI), en Valencia era com�n hasta mediados del siglo XIX, hasta que fue extinguido en 1916; y en Castell�n y las Islas Baleares quiz�s hasta 1930 (Maluquer Maluquer 1971; Glutz et.al. 1973); posteriormente su distribuci�n se restingio a las marismas del Guadalquivir y algunas lagunas andaluzas.  

    Actualmente (citas a partir de 1993) esta regresi�n parece haber finalizado y se vuelve a ver una recuperaci�n de la especie por los diferentes humedales del litoral Mediterr�neo. As�, en el verano de 1993 se empiezan a ver calamones en el Delta del Ebro; en octubre del 93 vimos los primeros en la desembocadura del r�o Mijares y paulatinamente empiezan a verse en los marjales de Almenara, de El Moro, Xeresa-Xeraco y sobre todo de Pego-Oliva; este a�o por primera vez se ha podido observar en El Hondo. Este incremento de la poblaci�n puede ser debido en gran medida a la expansi�n de individuos del Sur de la Pen�nsula Ib�rica (Ardeola 40(1): 94), as� como de los programas de reintroducci�n desarrollados en Els Aig�amolls de l’Empord�, en S’Albufera de Muro (Mallorca) y en la Albufera de Valencia.  

PROBLEMATICA  

    Las causas de la extinci�n a lo largo del siglo XIX (a excepci�n del Guadalquivir) son similares a las que han provocado la reducci�n poblacional de numerosas zoocenosis ligadas a este tipo de ambientes, b�sicamente la transformaci�n de los h�bitats acu�ticos para cultivos, la desecaci�n de zonas h�medas para la urbanizaci�n costera, el cambio de las antiguas formas de caza, m�s selectivas, por las armas de fuego y por la creciente contaminaci�n urbana, agr�cola y principalmente industrial que se ha producido desde mitad del siglo XX. 

BIBLIOGRAFIA


Articulo publicado en La Matruca. N�mero VII. Invierno 96/97. A.H.S.A.