El aguilucho lagunero (Circus aeruginosus) es una ave distribuida por gran parte de la región paleártica (Cramp y Simmons, 1.980). Sin embargo existe una escasez de estudios específicos tanto a nivel europeo como en el contexto de la Península Ibérica (González, J. L, 1.991). La bibliografía publicada sobre el lagunero en la provincia de Castellón, a parte de escasa, representa mínimos apartados dentro de obras o trabajos que abarcan desde la Historía Natural en general, hasta el Orden Falconiformes, pecando de una excesiva generalización y escasez de datos (cuando se exponen), (Ferrer, X., et al, 1986; Errando E. et al, 1.986 ; Urios, V., et al, 1.987 ; Urios, V. et al, 1.988 ; Urios, V. et al, 1.991). Complemento importante, por la publicación de datos precisos, es el Anuario Ornitológico de la Comunidad Valenciana, que se viene editando desde 1.989.
En esta comunicación, se presentan los datos recopilados durante el periodo comprendido desde marzo de 1.989 hasta primeros de diciembre de 1.992, con objeto de actualizar el status del aguilucho lagunero en la provincia de Castellón, conocer las causas de regresión y proponer las medidas necesarias para su protección.
Se trabajaron, en mayor o menor medida, todas las facetas de la presencia del C. aeruginosus en la provincia.
Presencia en época reproductiva:
Las últimas nidificaciones del aguilucho lagunero en la provincia de Castellón, se comprobaron en el Prat de Cabanes en 1.985 (Jiménez, J. in Urios,V. et al, 1.991), y en el marjal de Almenara, en 1.987 (Centelles, L. com. pers.).
El periodo reproductor, a falta de datos, se calculó en base a los resultados obtenidos en una localidad situada en latitud similar (González, J.L. 1.991) y otra, el Delta del Ebro, cercana y localizada en el mismo tipo de hábitat (Maluquer, S. 1.971). No se tuvo en cuenta la fase de paradas nupciales y construcción del nido. Aunque la migración solapa ambos extremos del periodo estimado no se da lugar a error si consideramos únicamente la presencia continuada de los mismos individuos.
Se prospectaron regularmente durante este periodo todas las áreas subceptibles de nidificación. Sólamente se detectó la presencia propiamente estival radicada en dos áreas: el Prat de Cabanes-Torreblanca y el marjal de Almenara. En la temporada de 1.989 se trataba de aves adultas (en Almenara sólo hembra) y, en las restantes, únicamente se contactaron aves inmaduras. No se comprobó reproducción.
Trabajo sobre invernada:
Se daba por sentada la invernada del C. aeruginosus en la provincia de Castellón (Urios, V. et al, 1.988).
Ateniéndonos a la definición de invernada que da Bernis, F. (1.966 a): fase de reposo reproductivo y migratorio, tratamos de calcular la duración de este periodo. Para ello, una vez localizadas el área donde recopilamos mayor cantidad de datos, que en principio consideramos de invernada, - el marjal de Almenara - visitamos el lugar con regularidad durante todo el invierno. De esta forma en base a la sedimentación (Bernis, F. 1.966 a), calculamos el fin de la migración posnupcial, periodo de invernada y comienzo de la migración prenupcial, en las tres temporadas que abarca la duración del trabajo.
El resultado de este estudio concluye en que, durante determinado periodo, más o menos cercano al comienzo del año, depende de temporadas, los C. aeruginosus desaparecen de la provincia. En fechas próximas a los extremos de este periodo, los migrantes sedimentados no se radican, lo cual indica que en esos días la migración, tanto post como prenupcial, continúa.
Los periodos de ausencia de lagunaros para las temporadas 89-90, 90-91 y 91-92 tienen una duración de 53, 22 y 23 días respectivamente. Aproximadamente durante estas semanas de ausencias se dan los máximos invernales en la Albufera de Valencia (Caletrío, J., 1.990 ; E.O. Albufera, 1.991).
A la vista de los resultados (periodo de estudio) se desprende que el C. aeruginosus no inverna en la provincia de Castellón.
Apuntes sobre migratología:
Pocos trabajos existen que traten, aún mínimamente, la migratología del C. aeruginosus en la provincia de Castellón y, realmente, lo que hacen es englobar esta porción de territorio en áreas de mayor extensión, comentando brevemente sobre éstas, la fenología dentro de la descripción generalizada de la biología de la especie (Ferrer,X. et al, 1.986 ; Jiménez,J. in Urios, V. et al, 1.991) a parte existe un trabajo (Palomo,J. et al, 1.991) que trata los resultados obtenidos en tres puestos de observación de migración visible en el NE de la provincia.
En el presente estudio se ha trabajado tanto sedimentación como migración visible (terminología en Bernis,F. 1.966 a).
Para la primera se han diferenciado las áreas de sedimentación regular y esporádicas. Comprendiendo la regular, casi la totalidad de los humedales costeros de la provincia y la segunda, en términos generales, zonas palustres poco importantes, debido a su reducido tamaño, situadas en la llanura litoral.
Podemos adelantar que la duración de la sedimentación varía considerablemente; según datos propios desde unos minutos hasta 6 días. Periodo estimado por un método propio de individualización basado en la observación meticulosa y rigurosa toma de datos sobre siluetas dibujadas.
Por otra parte coincidimos con Tellería, J.L. (1.981) cuando, tras exponer una serie de factores que influyen en la importancia de la sedimentación (aunque referido a migradoras nocturnas) concluye que "hay una serie de aspectos que hacen dudosos los resultados obtenidos en base a las aves sedimentadas, si se pretende extrapolarlos a los volúmenes reales de migración..." como aval de esta conclusión citaremos por ejemplo el periodo de estudio de la migración postnupcial en 1.992, en que comparamos los datos de sedimentación del marjal de Almenara con los obtenidos en una estación de observación de migración visible situada a corta distancia. Días en que censamos cerca de un centenar de aves en migración activa, al prospectar el marjal hallamos menos de media docena de ejemplares sedimentados.
Para el estudio de la migración visible, a parte de la toma esporádica de datos y la búsqueda bibliográfica, se han instalado cuatro estaciones de observación de migración visible de modo que cubran la provincia en sentido paralelo. De esta forma hemos calculado la amplitud frontal de la corriente migratoría que atraviesa el área de estudio. El flujo parece sobrevolar únicamente el sector E, con una anchura que estimamos entre 14 y 25 km. desde la línea costera hacia el interior; descendiendo la amplitud, máxima en el N, conforme se reduce la latitud. Por supuesto no olvidamos la facilidad de la especie para cruzar brazos de mar, a este respecto hemos recopilado diversas observaciones, bien sobrevolándolo, bien entrando desde el mismo hacia tierra firme; además contamos con los datos publicados en los Anuarios Ornitológicos C.V. de la cantidad de ejemplares que se han observado en migración por el archipiélago de las Columbretes. Donde parece (misma fuente) que es la migraciós postnupcial la más patente.
Para la estimación de la fenología nos basamos en los datos de sedimentación por ser los más abundantes y más regularmente obtenidos.
La migración postnupcial comienza hacia finales de agosto (no descartamos que los primeros datos pertenezcan a la dispersión posgenerativa propiamente dicha) y dejamos de observar movimientos (y aves) hacia la segunda quincena de diciembre. Estos extremos son promeduales ya que pueden variar de un año a otro, fundamentalmente en función de las condiciones climatológicas (Bernis, F. 1.966 a). En esta fase viajera los máximos de aves sedimentadas se centran desde la segunda decena de septiembre hasta fin de octubre (promedio de tres temporadas). La migración visible (1.992) centra los máximos desde la mitad de la segunda decena de septiembre hasta la primera de octubre.
La migración prenupcial abarca desde finales de enero hasta la segunda mitad de abril variando también los extremos según años.
Problemática y Protección:
En Europa, tras el descenso de la población de C. aeruginosus en los años 70 se observa cierta tendencia a la recuperación e incremento, al menos a partir de los 80, en los países del centro y norte. Sin embargo la situación en el área mediterránea es realmente inquietante (ver recopilación en González, J.L. , 1.990, 1.991). En el mediterráneo español la tendencia regresiva está bien confirmada (Maluquer, S. 1.971 ; Ferrer, X. 1.986 ; González, J.L., 1.990, 1.991 ; Urios, V. et al, 1.991).
Entre las causas de regresión de la especie se han citado destrucción del hábitat, contaminación por metales pesados, pesticidas, etc..; envenenamiento, persecución directa por parte del hombre y tendidos eléctricos (Gonzalez, J.L., 1.990, 1.991 ; Urios, V. et al, 1.991; Jubete, F., 1.992).
En lo que respecta a la destrucción del hábitat tenemos bibliografía (por ej. VVAA 1.988, Urios, V. et al, 1.991), datos propios y com. pers. que demuestran claramente este hecho; sobre contaminación por pesticidas y otros, encontramos la referencia en Urios, V. et al (1.991) a los aguiluchos laguneros recogidos en los centros de recuperación con síntomas de envenenamiento, además poseemos un dato propio. En lo que a persecución directa se refiere disponemos de sólo cuatro datos de ejemplares abatidos por arma de fuego en la provincia de Castellón. Respecto a las otras causas de regresión no disponemos de datos.
Un factor que consideramos determinante en la regresión del aguilucho lagunero en el área de estudio es la excesiva presión humana. Considerándola responsable de la extinción como nidificante de la especie en el marjal de Almenara y muy influyente en el Prat de Cabanes-Torreblanca. En los últimos años aparece un importante incremento en la utilización antrópica de los humedales provinciales como áreas de esparcimiento, aspecto muy decisivo en el periodo de nidificación (por ej. disponemos de los datos de la reducción de las poblaciones de aves acuáticas en las áreas más transitadas del marjal de Almenara).
Respecto a la protección, consideramos adecuadas y perfectamente extrapolables a la provincia de Castellón, las medidas propuestas en las conclusiones de la "Iª Reunión sobre la situación y problemática del aguilucho lagunero en España" (Jubete, F., 1.992).
Consideramos prioritaria la protección del marjal de Almenara y el de Peñíscola, y la reducción de la presión humana en el Paraje Natural del Prat de Cabanes-Torreblanca.