(Autor: Cristian Frers)
A través de su historia, el ser humano ha ido creciendo en dependencia energética. Hoy en día es inimaginable la vida sin provisión de energía. Iluminación, calefacción, refrigeración, cocción de alimentos, transporte, comunicación, cada pequeña parte de nuestro mundo cotidiano esta ligado a la energía.
Es allí donde las llamadas energías alternativas o renovables proveen una opción de abastecimiento interesantes especialmente con esquemas de suministro descentralizados que permiten el aprovechamiento de los recursos locales suministrando energía a menores costos.
La necesidad de complementar las fuentes convencionales de energía, ha impulsado la investigación y el creciente desarrollo de las tecnologías alternativas mediante el aprovechamiento de energías renovables.
Podemos definir como energías renovables a aquellas fuentes energéticas basadas en la utilización del sol, el viento, el agua o la biomasa vegetal o animal. No utilizan, pues, como las convencionales, combustibles fósiles, sino recursos capaces de renovarse ilimitadamente. Su impacto ambiental en comparación con aquellas es muy escaso, pues además de no emplear esos recursos finitos, no generan contaminantes. A veces se las llama, también, especiales o alternativas, indicando en este último caso su papel de cara a un modelo social y energético.
Básicamente podemos dividir a las energías renovables en:
Dado el elevado costo de la energía renovable, su inserción en el mercado es lenta.
Día a día, sin embargo, a medida que el costo de la energía convencional incrementa y los yacimientos se agotan, las energías renovables van ganando espacio, y se convierten en una realidad ventajosa. Puesto que puede ser aplicadas a: e lectrificación de viviendas aisladas, bombeo de agua, alimentación de repetidoras de radioenlace , cocinar, refrigeración, balizaje marino y aeronáutico, purificación de agua, protección catódica, electrificación de alambrados, calefacción, señalización, vehículos eléctricos, iluminación, agua caliente para uso domiciliario, aplicaciones espaciales, aplicaciones recreativas y climatización de piletas de natación.
El Ministerio de Planificación Federal, a cargo de Julio de Vido , se encuentra analizando la utilización de fuentes de energías renovables para reducir la actual dependencia del gas, petróleo y recursos hidráulicos de la Argentina.
En un informe que esta circulando dentro del mismo organismo, se recomienda la promoción de las energías: Eólica, Geotérmica y Nuclear a fin de reducir la gran dependencia que existe hoy de estos elementos, aproximadamente el 48% del gas se consume para generar energía eléctrica en las centrales Termoeléctricas.
Para mantener el actual incremento del consumo de energía eléctrica deberíamos agregar a la red 1000 Megavatios cada año y señala que se deberán dar los pasos necesarios para implementar el desarrollo de energías renovables.
En el corto plazo el plazo se propone generar 200 MW a través de la energía Eólica, y de la energía Geotérmica, existen 42 áreas de explotación de este recurso dentro de la Argentina.
En una segunda etapa, el ministerio de Planificación debera incrementar la oferta de la energía nuclear (hoy es del 9%) con la finalización de la central Atucha 2 que podría aportar 790MW (la obra se encuentra terminada en un 80%)y para terminarla se deben pagar de 429 a 564 millones de dólares.
Y para el largo plazo se podría apostar a otras tecnologías como la Marea motriz, utilizada actualmente por Francia, Rusia, China y Canadá.
Entre otras Obras de infraestructura a concretar se encuentra el sistema interconectado nacional que uniría la Patagonia con el resto de la República Argentina, transportando la energía eléctrica que se podría generar a través de estas energías renovables.
Estas acciones están encaminadas a establecer condiciones para garantizar la confiabilidad, seguridad y durabilidad de los sistemas de tecnologías de energías alternativas que se implementen en el país, con nuevos recursos del estado, sus entes territoriales y de los particulares.
Se debe potenciar el uso de las energías renovables ya que en los próximos cincuenta años, los mejores recursos petrolíferos y de gas natural estarán casi totalmente agotados, encareciendo y agravando la crisis energética y ambiental. Las energías renovables, a lo largo de la historia hasta bien entrado el siglo XIX, han cubierto la práctica totalidad de las necesidades energéticas del hombre. Sólo en los últimos cien años han sido superadas, primero por el empleo del carbón, y a partir de 1950 por el petróleo y en menor medida por el gas natural; la energía nuclear cubre una parte insignificante del consumo mundial, y a pesar de algunas previsiones optimistas, su papel será siempre marginal.
Cristian Frers
Técnico Superior en Gestión Ambiental.
Técnico Superior en Comunicación Social.
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República Argentina.
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