Las p�rdidas econ�micas del invierno del a�o 2000, causadas por un intenso fr�o acompa�ado de nieve en China y Mongolia, fueron de 28 millones de d�lares. En el otro extremo, la Europa Meridional conoci� un verano t�rrido. Algo esta pasando con el clima y es posible que en las pr�ximas d�cadas se vuelve todav�a m�s loco.

El clima sobre el planeta est� variando sin un patr�n aparente. La temperatura en el globo aumenta de manera constante. Si contin�a esta tendencia, dentro de aproximadamente unos 70 a�os, aumentar� un promedio de dos grados. El punto clave es que el calentamiento observado desde hace 50 a�os se atribuye preferentemente a las actividades humanas. Esta, mediante el uso de combustibles f�siles, tiende a aumentar la concentraci�n de di�xido de carbono y otros gases en la atm�sfera. Como consecuencia, �sta atrapa una mayor cantidad de energ�a cal�rica, elevando el promedio de la temperatura del planeta.

Este calentamiento provocar�a una actividad m�s importante en los sistemas meteorol�gicos del planeta, aumentando la evaporaci�n del agua hasta un 15% anual, provocando tormentas bastante m�s violentas a las que estamos acostumbrados, en muchas partes del mundo, cuyas aguas no podr�n se absorbidas por las tierras, se producir�a el desbordamientos de los r�os, se inundar�an planicies enteras y se incrementar�a la erosi�n de los suelos. Por otro lado, diferentes partes del planeta sufrir�an sequ�as de gran intensidad. Algunas consecuencias a nivel mundial ser�n:

Todas estas bruscas transformaciones repercutir�an directamente sobre los seres vivos de las zonas afectadas, provocando la migraci�n de muchos de ellos hacia otras regiones, sin garant�a de su adaptaci�n al nuevo nicho ecol�gico. Otras especies resultar�an eliminadas, amenazando la vida de sus predadores directos, al constituir su dieta prioritario o exclusiva.

A pesar de los futuros problemas, las conferencias mundiales de Rio� 92 (Cumbre de la Tierra) y Berlin 95 (Cambio Clim�tico) no pudieron comprometer a los pa�ses industrializados a reducir sus producciones de gases contaminantes. Sin embargo, la reuni�n m�s importante fue la de Kioto 97, que reuni� a representantes de 170 pa�ses, y que fijo en un 5,2 por ciento la reducci�n de las emisiones de los seis gases de efecto invernadero de origen humano –di�xido de carbono, metano, �xido nitroso, perfluorcarbonos o PFC, �xido nitroso, hidrofluorocarbonos o HCF y hexafloruro de azufre- en los pa�ses desarrollados entre 2008 y 2012. Los miembros de la Uni�n Europea se comprometieron a aplicar el acuerdo, mientras que Estados Unidos, que con el 6% de la poblaci�n mundial lanza a la atm�sfera el 20% de las emisiones de di�xido de carbono, decidi� dar vuelta la cara al mundo y no ratificarlo.

En las grandes ciudades el problema se incrementa con el “efecto urbano”, que nada tiene que ver con el calentamiento global, sino que produce microclimas propios de cada ciudad.

En Argentina, con su inmensa variedad de suelos y climas, no se queda afuera de estas proyecciones clim�ticas. Al parecer, aqu� los cambios ser�n cada vez m�s crecientes y tendr�n un fuerte impacto econ�mico y social. La Pampa H�meda y la regi�n mesopot�mica padecer�n m�s inundaciones, con el consiguiente perjuicio en la producci�n de cultivos. En el Cuyo y el Noroeste aumentar� la aridez y la Patagonia sufrir� el retroceso de glaciares aunque podr� ahorrar en calefacci�n: sus inviernos ya no ser�n tan rigurosos. As�, generalizando, gran parte de nuestro territorio tendr� inviernos m�s templados, veranos m�s sofocantes y una Ciudad Aut�noma de Buenos Aires casi, casi tropical. Con lluvias breves e intensas, seguramente los pul�veres de lana gruesa y las camperas m�s abrigadas pasar�n definitivamente a cuarteles de invierno.

Se espera un aumento de las temperaturas estivales de 1 a 1.5 grados cent�grados en el norte y centro del pa�s, de 2 a 3 grados cent�grados en el sur y de 4 grados cent�grados en la Patagonia. En cuanto a las precipitaciones, se cree que aumentar�n en la Mesopotam�a y en la Regi�n Pampeana (de 100 a 150 mm) y en el Sur Patag�nico de (50 a 75 mm); un descenso hacia el oeste y casi nulo al pie de la monta�a debido a que la influencia del oc�ano no llega a esa regi�n. La actividad agr�cola sufrir� cambios: las estimaciones otorgan un aumento del cien por ciento en la productividad de algod�n y leguminosas, aun cuando el incremento de la poluci�n, la disminuci�n de ozono y la radiaci�n ultravioleta tuviera un impacto negativo sobre los cultivos importantes, como el trigo, la cebada y el ma�z.

Casi nadie lo dice expl�citamente pero las sociedades humanas se desarrollan suponiendo que convivir�n con un cierto clima. La Ciudad Aut�noma de Buenos Aires se fund� en un sitio que era mucho m�s fr�o y seco de lo que es hoy. A lo largo del siglo XX creci� enormemente la cantidad de lluvias y se espera que siga aumentando. Las obras hechas para un cierto nivel de pluviosidad quedaron chicas y nadie esta seguro de que las obras en marcha contemplen que ma�ana va a llover todav�a m�s que hoy. Tenemos que revisar de qu� manera toda la infraestructura urbana existente est� en condiciones de funcionar con un clima diferente de aquel para el que fue proyectada. Y contemplarlo en los nuevos proyectos.

Los cambios m�s notables podr�an producirse hacia los 60 N y 60 S, con una vegetaci�n notablemente diferente en el norte de Canad�, Am�rica del Sur, Africa y Australia. La ausencia de hielos marinos permanentes en el oc�ano Artico y la degradaci�n significativa de la glaciaci�n en el Ant�rtico, responde a las inc�gnicas acerca del derretimiento de los polos. Si bien son s�lo teor�as que el tiempo ir� develando,� �Qu� se puede hacer para mitigar los efectos de este cambio ambiental global? Primero, planificar y esperar a que los pa�ses que m�s contaminan piensen en el futuro, y se comprometan a emitir menos cantidad de gases contaminantes. Y para quienes no pueden sentarse en una mesa de negociaciones internacionales: ahorrar agua y energ�a. Y cruzar los dedos.

Cristian Frers
T�cnico Superior en Gesti�n Ambiental.
T�cnico Superior en Comunicaci�n Social.
Tte. Gral. Juan D. Peron 2049 7mo. “55”.
(1040) Ciudad Autonoma de Buenos Aires.
Rep�blica Argentina.
E-mail: cristianfrers@hotmail.com