COLABORADORES:
GRUP D'ESTUDI I PROTECCIO DE LES RAPACES (G.E.R.) MARTIN SURROCA ROYO
En el presente trabajo, se expone la evolución de las parejas nidificantes de Gyps fulvus en el País Valencià (Este de la Península Ibérica) entre 1.973 y 1.993. Se observa un aumento desde 3 parejas reproductoras en 1.973-75 a 68 en 1.993, no gradual, sino a intervalos con incrementos del 34% al 100% en un año. Los lugares de nidificación aumentan de 1 con 17 parejas, en 1.979 a 11 en 1.988, con un máximo de 32 parejas por lugar en 1.993. El éxito reproductor es de 0,81 como media en lugares con más de 2 parejas y de 1 en lugares con 1 ó 2 parejas. La biomasa anual disponible se calcula en 63.719 kg., siendo el consumo del máximo de individuos nidificantes y pollos del año, estimado en 37.989 kg./año. También se expone una hipótesis para explicar estos datos y la distribución de las parejas nidificantes.
Se comentan las causas de mortalidad: desnutrición 70,3%, disparos 18,7% y las posibles causas de abandono de las colonias: destrucción del hábitat y molestias continuas, y una serie de recomendaciones para su conservación.
In this paper, evolution of the breeding pairs of Gyps fulvus in País Valencià (East of the Iberian Penísula) is described between 1.973 and 1.993. We observe an increase from 3 pairs (1.973-75) to 68 pairs (1.993) and it does not increase gradually but rather occurs in brusque intervals with an increase from 34% to 100% in one year. In 1.979, 17 pairs accupied by a maximum of 32 pairs per breeding place. The average rate of reproductive success is 0,81 in breeding places occipied by more than 2 pairs and 1 in breeding places occupied by 1 or 2 pairs. The available annual biomass is calculated in 63.719 kg. and the estimated annual consumption for the maxium number of breeding individuals and young of the year is 37.989 kg/year. A hypothesis is made in order to explain the data and the distribution of the breeding pairs.
Mortality causes are commented: desnutrition 70,3 %, shotting 18,7 %, and the possible causes of cohony abandon: inhabitat destruction and constant annoyances, and some advices for its conservation.
El Gyps fulvus en el País Valencià ha sido, como en la mayoría de aves rapaces, poco estudiado (ERRANDO, et al. 1.988), limitandose a contribuir en el mejor de los casos, a censos nacionales (ERRANDO, E. et al. 1.981; ARROYO, B. et al. 1.990) o como parte de obras más generales (ERRANDO, et al. 1.986 ; SANCHIS, E. 1.988; URIOS, V. et al. 1.991).
El principal propósito de este trabajo es intentar dar, desde nuestro punto de vista, una idea sobre la evolución del Buitre común en el País Valencià durante los últimos 20 años, periodo muy importante de expansión y colonización para esta especie en nuestra región, pasando de existir una sola buitrera en 1.973 a 11 en la actualidad.
Al mismo tiempo, se intentará determinar los factores que han favorecido la recolonización de esta especie en el área de estudio; se expondrán las hipótesis y conclusiones derivadas de esta recolonización natural, esperando que puedan servir para la supervivencia y expansión de esta especie por las áreas del Mediterráneo Occidental en donde desapareció.
El área de estudio abarca todo el País Valencià (aproximadamente 23.300 Km2). En su parte noroccidental y septentrional, se sitúan las comarcas de Els Ports, La Tinença de Benifassà (Baix Maestrat) y el Alt Maestrat (LOPEZ, GOMEZ, 1.977), ocupando una superfície de 1.506,7 Km2 y actualmente siguen manteniendo poblaciones nidificantes de buitre común, mientras que las poblaciones que existían en las otras provincias (Valencia y Alicante), hace años que se extinguieron. (Figura 1).
La parte norte del País Valencià pertenece al Cretácico inferior y esta formada en su mayor parte por calizas alternando con margas y areníscas. Se caracteriza por presentar un relieve subtabular de muelas y altiplanos y una serie de sierras plegadas que están atravesadas por los cauces de los ríos, los cuales han excavado enormes cortados rocosos con caídas verticales que en algunas ocasiones sobrepasan los 100 metros, lo que proporciona numerosos lugares de nidificación a las especies rupícolas.
En la parte más occidental las sierras adoptan una orientación predominante SW-NE con una altitud media de 1.100 m s.n.m., en las otras zonas las cadenas montañosas suelen adoptar orientaciones SW-NE aunque con predominios más W- E con altitudes medias de 800 m.s.n.m. (BORT, J. et al. 1.992)
El área de nidificación del Gyps fulvus se caracteriza por ser la zona más húmeda y fresca del País Valencià, la Temperatura media anual es de 9,2 Cº y la Precipitación media anual de 724,3 mm.
Es el territorio más forestado de todo el País Valencià, sus bosques clímax pertenecen a las siguientes asociaciones: Rubio-Quercetum rotundifoliae, Hedero- Quercetum rotundifoliae, Violo-Quercetum valentinae y Geo-Pinetum sylvestris (ERRANDO, AGUILELLA Y VELASCO, 1.988).
La zona de nidificación del Gyps fulvus presenta una baja densidad demográfica (8 hab. / km2), llegando en algunos puntos concretos a densidades inferiores a 2 habitantes / km2.
En el área de nidificación predominan el cultivo de cereales y forraje (Herbáceos de secano: 3.517 hac., Leñoso de secano : 11.120 hac), la extensión de pastizal - matorral ocupa 71.726 hac.; siendo 60.141 las hectáreas ocupadas por coníferas y frondosas y destinadas al aprovechamiento forestal (MAPA, 1.986). La ganadería en los últimos años ha pasado a representar la principal fuente de ingresos aumentando el número de cabezas de bovino, ovino y porcino (en 1.974: 289 vacas , 33.003 ovejas y cabras y 20.705 cerdos) . Tabla 1
El material empleado ha sido: prismáticos 8 x 30 y telescopios 20 x 60.
La metodología ha consistido en la realización de censos anuales de la buitreras de Castellón (Norte del País Valencià), y, ocasionalmente algunas de Tarragona (Sur de Catalunya), desde 1.979 a 1.993. Se visitaron las buitreras conocidas y se prospectaron posibles lugares de colonización, ya que, desde un principio, se observó la ocupación y abandono (de un año para otro), de nuevos lugares de nidificación; también se observó que el número de parejas reproductoras variaba en un mismo lugar de un año a otro.
En un principio, se siguió todo el proceso reproductor: Puesta, incubación, salida del pollo y vuelos del pollo, intentando obtener datos abundantes sobre el éxito reproductor. Este seguimiento quedó reducido a unas cuantas parejas de fácil observación; ya que los problemas que planteaba la orografía, la climatología, el comportamiento de algunas parejas reproductoras y la ubicación de los nidos nos obligó a ello. Descartamos desde un primer momento prácticas y métodos que pudieran contribuir al fracaso reproductor de las parejas de buitres, tales como descenso al nido, acercamiento excesivo,... utilizando signos indirectos para confirmar la existencia de parejas con actitud reproductora: relevos en el nido, actitud de incubación, aporte de material, presencia de adultos en un puesto fijo.... Siempre confirmando con el conteo de Mayo (los pollos casi están plumados, son bastante activos y se diferencian perfectamente de los adultos), la existencia de pollos. Teniendo constancia de que el método no nos informaba del fracaso reproductor.
Para el registro de los datos se diseño una ficha dividida en los siguientes apartados:
Parece ser que las poblaciones de buitre común en el País Valencià nunca han sido extraordinariamente abundantes (ERRANDO, BORT, et al., 1.988), aunque han habido fluctuaciones más o menos llamativas influenciadas directamente por la disponibilidad de alimento, por las zonas abiertas para detectarlo y por la relativa abundancia de lugares para nidificar.
Pensamos que es en el periodo comprendido entre 1.930 y 1.950 cuando la especie se expande hasta densidades realmente importantes en el Sistema Ibérico Oriental, llegando a poblar grandes áreas de las provincias de Castellón, Valencia, Tarragona y Teruel, e incluso en algunos puntos aparece una especie de saturación encontrándose nidos accesibles a pie (Figura 2).
Es a partir de 1.950 cuando la especie sufre un descenso alarmante que coincide con:
Todo ello hace que el buitre común desaparezca de la gran mayoría del País Valencià reduciéndose alarmantemente sus efectivos. De hecho a finales de 1.970 únicamente quedaba una buitrera localizada en la provincia de Castellón (la Nº 5), habiendo desaparecido todas las de la provincia de Valencia. En la provincia de Alicante la única buitrera conocida desaparecio a finales del siglo pasado principio de éste (Rico, L. com. pers.).
Actualmente en todo el País Valencià, sólo se encuentran parejas reproductoras estables en la parte norte de la provincia de Castellón, encontrando en las otras dos provincias una total ausencia (Fig. 3) de parejas nidificantes, aunque en 1.985 se vuelve a instalar en los límites entre Cuenca y Valencia una buitrera con 18 parejas (BAGUENA, COLLADO, ERRANDO, et al., 1.985), la cual en 1.989 sólo mantiene 4 parejas (ARROYO, B. et al. 1.990). Sin embargo y a partir de 1.985, se observa una mayor afluencia de individuos jóvenes sobrevolando localidades de la provincia de Valencia como Ademuz, Almussafes, Ontinyent, etc.. (ANUARIOS ORNITOLÓGICOS DE LA COMUNIDAD VALENCIANA), y de Alicante como Denia, Alcoi (GRUP ECOLOGISTA LA CARRASCA com. pers.), estos avistamientos, que se repiten todos los años también por la provincia de Castellón, obedecen a movimientos de dispersión de los buitres mayoritariamente jóvenes (Fig. 4), confirmado por la frecuente recogida de animales exhaustos (Gra. 3).
En la Serranía de Cuenca se detecta un aumento considerable de las parejas reproductoras, aunque los censos sean parciales (ARROYO, B. et al. 1.990) pasando de 26 parejas en 1.979 (DE JUANA, 1.984) a 157 en 1.989 (CANO, 1.990), este hecho puede ser explicado por existir en los últimos censos un mayor control de buitreras.
En la población turolense aparece una gran estabilidad entre 1.979 y 1.986 (SAMPRIETO, 1.986) tanto de nidos como de adultos e inmaduros, achacada a la migración hacia las buitreras castellonenses y de éstas a la tarraconenses, posteriormente en 1.989 aparece un aumento de las parejas reproductoras turolenses casi del 199 % (LAGARES, 1.989), hecho que pensamos y así lo indica el autor, está relacionado (como en el caso de Cuenca), por una mayor cobertura de buitreras en este último censo que con el aumento real de parejas reproductoras, señalando el mismo autor una continua migración hacia la provincia de Castellón.
En la buitreras limítrofes con Tarragona y concretamente las de Castellón, podemos afirmar que a partir de 1.979 ha habido un aumento importante del número de buitreras y del número de parejas reproductoras, así como de los dormideros invernales (ERRANDO, AGUERAS, BORT, 1.986). Este aumento pensamos que se debe a varios factores:
Estas cinco condiciones presentes en la provincia de Castellón son determinantes para el mantenimiento y expansión de las poblaciones de buitre común en el resto del País Valencià.
Fig.4 : Distribución de observaciones de Gyps fulvus en el País Valencià
Periodo 1.978 - 1.992
(Observation distribution of Gyps fulvus in País Valencià.)
Antes de iniciar el análisis de los resultados apuntamos que los números aparecidos en las distintas gráficos corresponden al número de pollos que llegaron a volar y no a las parejas reproductoras, que suponemos que existirán parejas reproductoras que no habrán podido reproducirse o incluso habrán tenido un fracaso reproductivo en la fase de huevo o primeras semanas de vida no detectado por nosotros.
También se ha de aclarar que entendemos como lugar de nidificación el nido o nidos situados en un mismo barranco, estén o no ubicados en el mismo cortado.
1.- Parejas nidificantes:
En el gráfico 1 se representa la evolución de las parejas nidificantes y en el gráfico 2 la de las colonias durante el periodo 1.973-1.993.
Se observa un notable incremento de parejas en Castellón a partir de 1.976. En Tarragona, una buitrera (1T) sufre un envenenamiento con estricnina en 1.970 que la deja reducida a una sola pareja (FILELLA Y FERRER, 1.980, MUNTANER, 1.981), al parecer, en 1.985 vuelve a recuperar el nivel de 1.973-76 y las evidencias de nuevos nidos en los últimos años, sugieren que la población tarraconense va también en aumento (autores) aspecto que se detalla en Arroyo, B. (1.990). Al igual ocurre con las buitreras situadas en la provincia de Teruel experimentando un aumento en los últimos años (LAGARES, 1.989).
En Castellón encontramos, una evolución de las parejas nidificantes en dos etapas bien diferenciadas:
a) Anterior a 1.979 (1.973-1.978); durante este periodo de tiempo el
control de las buitreras no es realizado directamente por nosotros sino por un grupo de ornitólogos catalanes ( Filella, Ferrer, Muntaner, ..).
En este periodo se observa un acusado aumento del número de parejas nidificantes (233 %), todas ellas ubicadas en una misma colonia.
b) A partir de 1.979 y coincidente con el I Censo Nacional de Gups fulvus organizado por la S.E.O., emprendemos una serie de censos anuales que se prolongan hasta la actualidad. Destacando:
En esta fase aparece el máximo de colonias utilizadas por Gyps fulvus para críar.
Se observa una disminución en todas las buitreras del número de parejas nidificantes, excepto las formadas por una o dos parejas (Nº 10, 11, 16)
En la Figura 5, se indica la localización de los lugares de nidificación, dormideros y distancias entre los lugares más próximos. Se ha omitido cualquier referencia geográfica por razones de protección.
La información del Gráfico 2 y de la Figura 5, nos permiten seguir el aumento progresivo de los lugares de nidificación. Hasta 1.980 = 1, en 1.981 = 2, en 1.982 = 3, en 1.983 = 4, en 1.984 = 9, 1.985-86 y 87 = 10, y 1.988 = 11; es a partir de entonces cuando algunas colonias, aunque utilizadas como posaderos, son abandonadas como lugares de cría; pero sorprendentemente el número de parejas que cría siguen aumentando (Grafico 1). La mayor concentración se da en la zona noreste de la provincia de Castellón, donde la densidad ganadera es baja pero la oferta de cortados con caídas verticales de 70 m. y más, de gran longitud y con abundancia de repisas y oquedades es máxima. En la zona noroeste de la provincia existe una alta densidad ganadera y los buitres ocupan dos farallones que presentan las características ya señaladas.
3.- Distancia entre las zonas de nidificación:
Dentro de la distribución de las zonas de nidificación en el País Valencià, éstas adoptan dos formas muy distintas:
En ninguno de los dos casos hemos encontrado diferencias importantes entre el número de parejas reproductoras, la fuente de alimentación y la composición de los cortados donde nidifican, por ello creemos que las buitreras adoptan esta distribución por existir abundante alimento disponible de una forma regular en el tiempo y espacio (siendo muy poca la comida encontrada al azar) y por la disponibilidad de cortados para anidar.
Si comparamos la distancia entre las zonas de cría de las provincias de Tarragona y Teruel limítrofes con la de Castellón, y las estudiadas por nosotros (Fig. 5), no se observa en ningún caso diferencia alguna, es decir en la provincia de Teruel la distancia media de las buitreras analizadas es de 3,9 km. y las de Tarragona es de 4 km (Tabla 3).
Entre las colonias de Castellón y las de Tarragona hemos encontrado una distancia de 5 km. (Nº CS-6 y Nº T-1), y entre las de Castellón y Teruel de 22 km., aunque existen una zona intermedia situada a 11 km. de las buitreras más cercanas de las dos provincias, utilizada desde 1.982, como dormidero por jóvenes e inmaduros (ERRANDO, AGUERAS, BORT, 1.986) y que, en breve, puede ser utilizada como lugar de cría. Estos hechos nos justifican que los buitres de Castellón y Tarragona han evolucionado más o menos al mismo tiempo, mientras que las buitreras de Teruel lo hacían separadamente.
4.- Análisis de los datos:
La evolución del número total de parejas reproductoras castellonenses es irregular, dándose cuatro saltos bruscos: 1.975-76 (incremento del 100%) 1.978- 79 (incremento del 70 %), 1.983-85 (incremento del 75 %), descendiendo durante tres años consecutivos para aparecer otros dos aumentos, durante los años 1.988- 90 (34 %) y 1.991-93 (incremento del 34 %). Es de destacar también la variabilidad anual en el número de parejas que utilizan el mismo lugar de nidificación (siempre estimadas a partir del número de pollos nacidos en un año), sólo los lugares donde se ubican 1 ó 2 parejas, permanecen estables, el resto cambia cada año.
Se observa un número máximo de parejas por cada lugar de nidificación de 32 (Nº 5), no explicable por la abundancia de oquedades o repisas, pues cada cortado podría albergar teóricamente más del doble de las parejas que lo utilizan.
En la primera mitad de la década de los ochenta, parece existir un "patrón de colonización" de nuevos lugares. Observando que, la presencia de buitres en la pared un año determinado, es seguida por la nidificación en el próximo (Nº 6, 7, 8, 10, 12, 13, ..).
Respecto al número total de individuos que utilizan las zonas de nidificación se eleva a 280 - 320, siendo la buitrera Nº 14 la que contabilizamos mayor número de individuos con 161 (1.993) o la Nº 13 con 61 individuos en 1.987, hoy día abandonada, o la Nº 5 con 90 individuos (1.993).
5.- Actividades humanas:
Se han analizado cuatro parámetros que de alguna manera deben influir en la continuación de las zonas de cría, estos son: Distancia al pueblo más cercano, Distancia a la carretera más cercana, Distancia a la pista forestal más cercana y Distancia a la zona de concentración de personas más cercanas.
Según los datos obtenidos parece ser que los buitres comunes del País Valencià soportan la presión humana sin demasiados problemas siempre y cuando esta presión no sea ejercida en el mismo cortado o encima de él donde instalan los nidos (cazadores, escaladores, fotógrafos, trial, etc..), esta permisibilidad en la presión humana es muy similar a la encontrada por nosotros en la provincia de Castellón, con las parejas reproductoras de águila perdicera (Hieraaetus fasciatus).
Otras actividades humanas como el pastoreo, trabajos agrícolas, trabajos forestales, la pesca, excursiones, etc..., no influyen tan negativamente sobre la supervivencia del buitre común como la caza, escalada, trial, 4x4, etc..
6.- Orientación y altitud de los cortados:
En Castellón existe un predominio en la orientación de las áreas de cría del 66,6% hacia el SE, un 16,6 hacia el SW y el 8,3 orientadas al S y E. La altitud media es de 855 m. s.n.m. con extremos que van desde los 650 m. (Nº 8) a los 1.200 (Nº 14).
Si comparamos las buitreras de Castellón con las analizadas por nosotros en Tarragona (n= 5) y Teruel (n= 7) encontramos (Tabla.- 3).